LOS MALOS RIEN.

Son muchos, muchísimos los días que llevo sin escribir, posiblemente cansado de que todo caiga en saco roto, de que los muchos apoyos que recibo por lo que escribo se difuminen en el aire y de que a la hora de la verdad nadie alce la voz. Solo unos cuantos siguen el dictado de sus corazones haciendo la guerra por su cuenta y dejando que los malos sigan ganando. Casi no hay unificación, cuando alguien tiene una buena idea se le anexionan unos cuantos, otros no se si por celos o afán de protagonismo empiezan a hacer paginas prácticamente idéntica a la que se le unen otros cuantos, acabamos teniendo muchos miles, casi millones, repartidos en cientos de muros y guerreando por su cuenta. Esto lo vemos claramente en las redes sociales, si nos ponemos a juntar a todos los que les gusta una pagina de igual significado que otras muchas tendríamos millones luchando por un frente común, pero nadie se organiza, por mucho que lo propongas, lo veo a diario, cientos de paginas en contra de los malos tratos, cientos de paginas en contra de la pederastia, paginas y paginas en contra de todo lo que cualquier ciudadano de bien sabe que es malo. Sin embargo no sirven de nada, los políticos, jueces, o los ciudadanos impasibles que no ven mas alla de su ombligo, no pueden oír esos millones de voces porque les llegan difuminadas, sin fuerza, sin aliento, voces que llegan en murmullos apagados porque cada uno grita por un lado. Cosas que tenían que ser mucho mas simples como juntar a miles de ciudadanos gritando y apoyando una causa noble como que la justicia persiga mas a los criminales, sobre todo en determinados casos, o que nos unamos para decirles a nuestros politicos que esto no puede seguir asi, se convierten en escollos insalvables al ver como en las convocatorias que se realizan para luchar por ello solo van veinte o venticinco personas a apoyar.
Esto lógicamente le viene muy bien a los malos, que como evidentemente son mas ladinos se organizan mejor y se les escucha mucho mas, asi vemos como la balanza se inclina inevitablemente a su favor, gritan entre todos y se llevan el gato al agua, las penas no se endurecen, hacen prevalecer inventos tan insostenibles como el SAP (sindrome de alineacion parental), maltratadore y pederastas consiguen la custodia compartida impuesta para poder seguir sometiendo a sus victimas. Asesinos, ladrones, corruptos, conviven con total impunidad y ríen de lo bien que funciona para ellos el sistema.
Por cada uno de estos malnacidos sufren cien personas, hijos, familiares, amigos, llevan la amargura dentro que un solo individuo les infligió. Por cada diez de estos, mil personas sufren. Si solo fueran diez, no nos iría tan mal, pero el problema es que son mucho mas que eso, por lo que esta claro que son muchísimos mas los que sufren, sin embargo se les oye mas, consiguen que hasta grupos políticos que abiertamente deberían de luchar contra ellos por las ideas que dicen tener apoyen sus peticiones, consiguen que no se quiera revisar nada en este país que hace tiempo nos pareció que era un paraíso pero que poco a poco se ha ido desenmascarando el solo gracias a la información de la que ahora disponemos.
Los niños aparecen como moneda de cambio, jueces a los que no les importan los sentimientos aplican las sentencias sin pensar en el daño que puedan hacer a las criaturas. Las victimas parecen los culpables porque los malos gritan que es todo un engaño, las denuncias falsas que no llegan ni al uno por cierto parecen ser millones según la versión de los malos, y aquí mueren y mueren mujeres a las que no se las hizo caso porque todo el mundo se lava las manos.
Los políticos se adjudican méritos por su lucha, cada vez que hablan diciendo lo bien que lo están haciendo, aparece una nueva victima demostrando su incompetencia y que toda su verborrea es simplemente un quiero ganar votos aun a costa de mentir a todo el mundo.
Y los malos ríen y ríen, seguros en sus poltronas, sabedores de que los otros no tienen nada que hacer porque ellos gritan mas, al fin y al cabo es lo que mejor saben, gritar y asustar a sus victimas, se han hecho expertos en ello y si la cosa se les va de las manos con dar un puñetazo en la mesa como argumento todo volverá a su cauce.
Sigamos desunidos y nada cambiara, pero yo creo que ya es hora de combatir, de gritar mas fuerte y de pegar el puñetazo en la mesa nosotros, de que nadie tiemble ante el yugo de estos retrógrados y de que los que empiecen a sufrir sean ellos, de que dejen de reír a costa de los demás, de que cuando se levanten de su poltrona piensen que algo ha cambiado y que no se puedan pasear sin que nuestra mirada les condene. Ya va siendo hora de que sean ellos los que se cambien de ciudad, los que tengan que dejar todo lo que quieren atrás, de que sus victimas puedan respirar y salir a la calle de su ciudad con sus familias o amigos sin tener que mirar por encima de su hombro y que de una vez por todas podamos decir; por fin se ha hecho justicia.
Fdo Daniel Caralampio Barranco