jueves, 2 de septiembre de 2010

¿soy yo el intolerante?

      Voy a escribir esto sabiendo que mucha gente me va a acusar de intolerante o incluso de racista, muchos que van de progresistas con nuestro presidente a la cabeza, dirán que voy contra la integridad cultural, contra la libertad e incluso se permitirán el lujo de ondear la bandera de los derechos humanos y de señalar con el dedo estas lineas acusándolas de xenofobas, cuando la realidad en mi opinión es al revés, que son ellos los verdaderos racistas, intolerantes e hipócritas que vagan por el mundo.
      Esos que enarbolando sus pensamientos, en muchas ocasiones radicalizados, gritan a los cuatro vientos que aquellos que no pensamos como ellos somos los malos, somos fascistas o somos retrógrados, esos que defienden posturas como que hay que abrazar a todas las culturas, aunque esas culturas anulen los derechos de las mujeres, mutilen a sus niñas, lapiden a la gente o te puedan condenar a muerte por se homosexual, esos personajes se permiten el lujo de decirme que yo soy el fascista o el xenofobo.
condenada a ser lapida hasta su muerte
Sakineh Mohamadi Ashtian
      Estas lineas van dedicadas a todas aquellas paginitas de facebook y demás redes sociales que como ya he dicho se apropian de palabritas como intolerancia, derechos humanos y similares y que en  muchas ocasiones solo denuncian para un lado, teniendo entre sus filas a gente a la que le dicen, ¡¡¡denuncia esta pagina !!! , y  los otros como corderitos van poniendo, hecho, denunciada, a por ellos, sin mirar la pagina que están denunciando y que en muchas ocasiones tienen opiniones tan o mas validas que las de ellos.
      Aun recuerdo como una paginita de estas que estaba denunciando las dictaduras de derechas, denuncia con la que estoy totalmente de acuerdo, borro mi comentario y me bloqueo para escribir porque dije que todas las dictaduras son malas, las de derechas y las de izquierdas, pero se ve que para esa gente los dictadores de izquierdas son sus mesías y los otros el diablo. A no, que no creen en Dios, yo tampoco, pero respeto a todo el que quiera creer siempre y cuando no vulnere los derechos de los demás, como hacen las culturas que ellos dicen defender y por las que a mi me llaman racista.
       Me hace gracia que me llamen intolerante o retrogrado cuando manifiesto que no me parece bien que una mujer sea obligada a llevar un burka o que no respeto la libertad de los demás cuando digo que la practica de estas religiones llevan implícitas cosas que son totalmente ilegales en nuestro país. 
      Pues no, no voy a tragar con estos defensores del maltrato machista, con estos abraza culturas de tres al cuarto que siguen ancladas en la prehistoria vulnerando los derechos y libertades de los seres humanos, no voy a decir que hay que respetar el burka porque es parte de una cultura cuando se que una mujer que no quiere llevar esa vestimenta y osa quitársela pone en peligro su vida y es mirada con odio por los hombres que gobiernan en dicha cultura, no voy a decir que respeto una tradición que consiste en la mutilación genital a niñas y mujeres poniendo en riesgo su vida y anulando la posibilidad de elegir como quiere vivir, no voy a apoyar una cultura en la que se lapida a una mujer por adulterio y menos cuando esa mujer ha sido obligada a casarse con un hombre que no quería y que le da palizas a diario, no voy a ir a favor de una cultura homofoba en la cual te pueden fusilar por que tus tendencias sexuales no sean las que los lideres de estas culturas dicen que tienen que ser y por supuesto no voy a apoyar una cultura que aparte de reunir todas estas cualidades, no te deja pensar por tu cuenta ni actuar sin salirte de unas normas absurdas y obsoletas.
     Cuando me dirijo a diferentes zonas de España donde esas culturas conviven me sorprende ver los bares llenos de hombres pero no ves a una sola mujer, no porque no quieran o prefieran estar en su casa, si no porque lo tienen prohibido, que cuando salen a comprar tienen que ir cubiertas de cabeza a los pies y no pueden ni decir hola a un vecino, que cuando van por la calle tienen que ir por obligación detrás de dichos hombres y que para colmo a la hora de trabajar si que las permitan salir solas para que de sol a sol estén recolectando en el campo y asi el patriarca de la familia, o como lo llamen en esa cultura, hombre sabio donde los haya, viva por la cara sin dar un palo al agua porque el dinero que ganan las mujeres de la casa se lo dan a el que para eso manda.
      También os diré que cuando defendáis una cultura no seáis ignorantes y primero aseguraros de que estáis defendiendo una cultura de verdad, no una inventada y adaptada a lo que los dirigentes de turno hayan querido poner para su beneficio, porque sino sabrías que Alá o Allāh en las Revelaciones contenidas en el Coran jamas hablo de ablación, mal trato a mujeres, infubilacion o lapidación, al revés, se posicionaban dichas revelaciones en contra de cualquier forma de maltrato y en particular en contra del maltrato a la mujer incluyendo ablación o lapidación.
      Que conste también que aunque me estoy centrando un poco mas en la "cultura" islámica, me refiero a todas las culturas que en sus costumbres o métodos defienden el maltrato tanto físico como psicológico, y esto alberga muchas mas de las que pensamos, desde alguna que es capaz de dejar morir a un  hijo porque no le hagan un trasplante o una simple transfusión sanguínea, a otras en que la mujer no tiene derecho a nada y todo son obligaciones hacia los hombres, y estoy hablando de algunas culturas cristianas y católicas.
     Seguir llamándome intransigente, seguir llamándome racista, seguir llamándome intolerante, porque igual tenéis razón, si eso significa no respetar ni admitir culturas que hacen apología del maltrato, físico y psicológico, que vulneran todos los derechos humanos y que ponen en peligro la vida de muchos seres humanos, esta claro que si, que soy un intolerante.
    Hacerme un favor, quitaros la banderita de tolerantes, eliminar de vuestro diccionario la palabra derechos, quitaros la mascara de una vez y dejar de llamarnos a los demás lo que vosotros demostráis que sois en cada intervención que realizáis.  
       Fdo. Daniel Caralampio